jueves, julio 29, 2010

Reprobadote

Ya se terminan mis vacaciones. Vacaciones como resultado de un semestre ya terminado.
Semestre terminado con tremendas bajas para mi ejército. Ejército cuyo regimiento está constituido de calificaciones. Calificaciones caídas en el cumplimiento del deber, caídas por salvar otra materias. Y así...

Significa que... reprobé materias. Varias. Tres, para ser exacto. Una la reprobé por güey, una por exceso de trabajo y otra por la mismas dos razones anteriores.
Y considérese esto muy grave puesto que en mi historia académica, desde mis inicios en el kinder hasta la actual segunda licenciatura, sólo había tenido una materia reprobada. Aquella, primer clase reprobada por mí, pero que la verdad no fue mi culpa: el maestro estaba loco.

En esta ocasión, sí, las tres, son obra y gracia de mi culpa. Mi necedad de poner maestros buenos, para aprender; necedad cuya consecuencia irremediablemente significa mucha muchísima tarea. Y tarea tuve. Para atascarme. Pa' aventar pa' arriba.

Reprobado pues, terminé mi semestre. Con 3 números 5 que remontar. Números reprobatorios que pueden revertirse con un examen extraordinario. Exámenes a los que por supuesto me inscribí. Pero... que no presenté. ¿Y eso? Uno porque no podía, trabajé en esa fecha; el segundo porque era muy temprano, y se me pegaron las sábanas; el tercero... porque me dio flojera.

Que no panda el cúnico, aún hay esperanzas; hay infinitas y continuas rondas de extraordinarios que podré presentar en lo sucesivo. Son como el arca de Noé con ruta continua programada (arca de Noé por aquello de que es la salvación de los animales). Juro que la próxima ronda los presento. Ya no estaré en vacaciones. Y si Dios quiere ya no tendré tanta flojera.

Ahora bien, mi orgullo quedó herido, pero lo puedo soportar; mi récord académico quedará marcado por siempre, lo puedo soportar; perdí 50 centavos por los extraordinarios que inscribí y no presenté, sobreviviré a ello; lo que sí me va a doler en el alma es que voy a perder la beca que tenía. La bonita y gloriosa beca que tanto trabajo me costó conseguir... YA VALIÓ MOUSER!!!

Ergo, seré más pobre. Desbecado. Pobre y reprobadote. Por burro.


P.D. Si pudiera existir algún lado positivo de ver esto podría ser que, dado que ya reprobé una vez, dado que ya no puedo aspirar a becas, puedo relajarme un poco más. Incluso dedicar más tiempo al trabajo (si lo consigo) ya sin tanta presión por la escuela; total, que más da reprobar unas cuantas veces más.

lunes, julio 26, 2010

Prueba de traje de baño

Bueno, sigo en la pelea por la chamba.

  • Superé la primera entrevista en recursos humanos. El primer día.
  • Superé las tortuosas pruebas psicométricas y de honestidad. El segundo día. (Además soporté un desaire, porque me debían entrevistar este día y no el siguiente)
  • Superé la segunda entrevista en recursos humanos con el jefe de la de recursos humanos de la primera entrevista en el piso de arriba. (¿Por qué tendrán dos pisos de recursos humanos?)Esto el tercer día.
  • Superé las pruebas de comunicación y localización, y aunque casi no me encuentran, pos me encontraron. Ya tengo cita el viernes con la jefa del jefe de la de recursos humanos: la mandamás.

...espero sea la última entrevista... porque ya van muchas y ya me cansé de defender mis motivos para estudiar otra carrera.... ¡DÉJENME SER!

De tantas entrevistas, tantas pruebas, ya nomas' falta que me hagan prueba de traje de baño.



Entre que sí, entre que no. Estoy considerando un modelo clásico.



sábado, julio 24, 2010

Peleando ando

Odio mi trabajo actual. Sí, ese trabajillo de fines de semana en un tienda de ropa; lleno hasta el techo pura vanidad y pura moda, ningún tema que me interese.
Tampoco es noticia, porque desde la primera semana que me contrataron quería renunciar, sin embargo el hambre es canija y yo necesitaba el trabajo para pagar los gastos de la escuela y lo soporté, sería sólo temporal, me dije, mientras consigo algo mejor.

Dos años ha pasado desde que me dieron esa chamba y sigo ahí. Atorado.

Estas últimas semanas me he dedicado a buscar ese cambio de tren.
Tuve una oportunidad muy choncha hace algunos días cuando me llamaron de aquel lugar donde hice mi servicio social hace 3 años. Había posibilidad de una vacante y me estaban considerando, pues ya me conocían y recordaban que había hecho un buen trabajo mientras estuve ahí. Y ya saben, procedió la cosa con curriculum, luego la entrevista y que cuando tomaran la decisión me llamarían pues había más candidatos, había competencia.

Ayer viernes fui a una entrevista para otra chamba, después de haber ido el jueves y el miércoles a la primera fase de entrevista y pruebas psicométricas. Este empleo es de medio tiempo en un banco, e igualmente después de entregar todo el papeleo necesario me avisarán de su decisión, una vez evaluado y comparado con los otros prospectos, para que pueda yo presentarme a otra entrevista con la jefa de todos los que me han entrevistado.

La primera es un puesto demasiado grande para mí; ocuparía yo el puesto que mi jefe tenía cuando yo hice servicio social, además es de tiempo completo y el que me entrevistó manifestó ciertas dudas sobre mí (así lo percibí yo y así me lo expresaron) porque yo siga estudiando otra carrera. La otra vacante, la segunda, es un puesto menos relevante, más interesante, más relacionado con lo que estoy estudiando en diseño y aunque no cumplo todos los requisitos que pedían, algunas habilidades tengo que podrían ser útiles.

El detalle curioso de esto que he hecho es lo difícil que me resultó defenderme a mí mismo. Ya saben, en las entrevistas siempre hay preguntas como: "¿Quién dirías que eres tú?...¿ cómo te presentarías?...¿Qué objetivos tienes?...¿Cómo te visualizas en 10 años?...¿Por qué dirías que eres el mejor para este empleo?..." y así. Creo haber capoteado esas preguntas de manera decente, pero no tienen idea de las ganas que me daban de contestar de manera más sincera, algo como: "Soy, yo soy un pobre diablo que no sabe qué hacer con su vida, un loco, un antisocial, un hermitaño, un indeciso, un inseguro; que no sé qué demonios estaré haciendo mañana, menos voy a saber qué haré en 10 años, y que no, muy probablemente no soy el mejor para el puesto, seguramente no soy lo que usted necesita pero necesito desesperadamente otra chamba."

Me fue inmensamente difícil defender mi decisión al haber estudiado otra carrera, me fue difícil defender mis conocimientos, me fue difícil defenderme a mí mismo frente a ellos. No sólo porque alguien más me lo cuestione, porque es su chamba, pero a veces frente a mí mismo me resulta difícil justificar lo que he hecho y lo que soy.

No me he sentido muy animoso últimamente y por eso quiero un cambio, quiero pensar que eso me alegrará un poco. Además esto de andar haciendo entrevistas con ese ánimo no es muy sano, es como andar corriendo un maratón con la pata torcida: duele y duele cada paso, pero no se puede renunciar, hay que seguir corriendo y pelear.

Pero en eso estoy, peleando ando por una mejor chamba, peleando ando por encontrar algo mejor. Hagan changuitos o chonguitos o prendan veladoras o magia vudú, lo que sea que me prodigue buena vibra.


lunes, julio 12, 2010

Caso cerrado

Desde hace casi un año, y más intensamente desde hace 6 meses, yo ostentaba una obsesión por un determinado sujeto de mi escuelita.
Ya saben, el típico comportamiento obsesivo de andar pensando en él, andar imaginando historias con él, repetir su nombre, escribir post sobre él, revisar su feisbuk y tuitear sobre él (¡Las obsesiones se modernizan!).
Lo vi constantemente. Una semana sí, la otra también y todas las semanas en la escuela de este semestre. Incluso lo saludaba casi todas las veces que lo veía. Incluso alguna rara ocasión tuve una microconversación con él... nada relevante: las tareas y cosas así.

Pero, como siempre, nunca pasa nada. Como siempre, no pasó nada. Y como siempre, la obsesión se diluyó. Eventualmente uno pisa tierra.

Ya no reviso su feisbuk tres veces al día (no, ya ni lo reviso), ya no ando coleccionando sus fotos y ya no pienso en él. Ya murió, ya es caso cerrado.



Pero...

Este caso se cerró con broche de oro. La obsesión cayó por su propio peso, por su irrealidad, su improbabilidad, sin embargo hay un momento preciso donde decidí darle sentencia de muerte a esto.
Pasó que después de terminadas las clases se nos requirió a todos los alumnos de esta generación asistir a una conferencias de orientación vocacional. Todos los alumnos reunidos en un auditorio a escuchar opiniones de qué hacer con su futuro. Un de esos días estaba yo sentado, esperando comenzara la conferencia, en un fila donde aún había lugares libres a mi izquierda.
Lo vi llegar a él. Entraba a la conferencia con sus amigas y buscaban lugar. Avanzó hasta que llegó a la fila donde estaba yo sentado, y donde había lugares libres. Lo observé recién entraba a la fila, él venía al frente de su amigas y en tal situación le hubiera correspondido sentarse en el lugar justo a mi izquierda. Juntito a mí.
Lo pensé y me puso un poco nervioso la situación así que volteé mi mirada hacia otro lado; no cruzamos miradas, así que él me miró algunos instantes después cuando avanzaba y... ¿qué creen que hizo?
Hizo que una de sus amigas se pasara primero y se sentara en el lugar a mi izquierda; él se sentó tres lugares a mi izquierda. Su amiga me saludó, él no. Obviamente me evitó.
Y pues... ya pa' qué sigo de necio ¿no?
Ahí muere. Ya comprendí.


Have you ever seen the rain...?


Tres meses después de no dar señales de vida, heme aquí: dando señales de que existo aún, no tanto de que vivo.

Cambio la imagen del blog por aquella manía mía de cambiar algo cada 6 meses; la manía se extiende a mi hogar donde tengo la imperiosa necesidad de reacomodar los muebles que tengo en mi cuarto. Cambio carpeta de trabajo de la escuela y formateo mi computadora también cada medio año.

El tema de esta decoración del blog se inspiró en un canción: "have you ever seen the rain" de unos monitos que se llaman Creedence (sépala quienes son esos güeyes). Canción cuya letra escuché, me gustó, y la malinterpreté a mi gusto para hacer los dibujitos. Y pues notarán que es ligeramente menos optimista y menos alegre que anteriores decoraciones, lo que significa que mi ánimo anda en ese mismo tenor por razones medianamente inexplicables, pero que en estos días me dedicaré a explicar un poco.


Bueno, vuelvo a las andadas.